El perro de Goya

Hoy es 4 de junio, un 4 de junio hace 4 años se fue.

En mi oficina está colgado un cuadro del "Perro" de Goya que me regalaste.

Cuadra perfectamente con esto:

"Si tú no vuelves, mi voluntad se hará pequeña, me quedaré aquí, junto a mi perro espiando horizontes".

Un perro solo viendo al horizonte, así como el perro de Goya, triste, buscándote por siempre.

El perro es una de las pinturas "negras" de Goya, negro como tus ojos, o como la paloma negra de Chavela Vargas con la cuál te recuerdo. O las negras modelo que tanto te gustaban. O como la negra noche donde vi una lumbrera en el campo, sintiendo así la ultima presencia de tu vida aquí en la tierra.

Aun recuerdo tu espalda con tus estrellas rojas, "y cada noche vendrá una estrella hacerme compañía", "qué significan?" "mis hijos", "mis revoluciones". Te querías tatuar otra estrella roja. "que te cuente como estoy, que sepas lo que hay." No pudiste. Te fuiste. Te faltó una estrella más.

El 4 de junio del 2020 se fue un alma revolucionaria, un alma que le valían madres los cánones sociales, las etiquetas y que vivió su vida como quiso.

La vida siempre pone almas dignas en mi camino.

El perro de Goya te busca, por siempre. Por siempre.